Todo al rededor de la magia me gusta. El poder que tienen los alquimistas de convertir la materia en oro ha guiado mi intuición por mucho tiempo.
La carta N 1 del tarot me inspiró a crear esta colección. Mi mago escoge la vida, en su imaginación están grabados los recuerdos de su esencia y cuando conecta con ella , crea, transforma y materializa.
Se llama le bateleur, se abriga con un poncho de lana virgen donde están dibujados los caminos del universo que marcan las estrellas. Cuando al mago se le olvida el sendero que lo devuelve a su hogar, el mira ceremonioso a la luna para que le alumbre los recuerdos. En una copa con cara de jaguar guarda sus lágrimas por que las reconoce como el líquido más preciado, ese que convierte en cristales la tristeza y la felicidad. Su bastón de mando, tallada a mano, deja salir del alma del palo una serpiente que recorre desde el centro de la tierra todos los mundos hasta llegar al sol. Le bateleur ve con el tercer ojo, con la voz decreta y con el poder que lo conecta al universo convierte en realidad sus sueños.
Entre su canasto de tesoros hay una espada con la que puede correr velos para descubrir verdades, una moneda con una estrella con 5 puntas para acceder a la fuerza de los elementos y unas piedras con los 7 colores de los centros energéticos del cuerpo que curan los dolores y las tristezas del corazón.